Citas: Sacha Gvitry - Schopenhauer
El secreto de un matrimonio feliz es perdonarse mutuamente el haberse casado. | Sacha Gvitry | |
Crecí besando libros y pan... Desde que besé a una mujer, mis actividades con el pan y los libros perdieron interés. | Salman Rushdie | |
El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento; antorcha del pensamiento, y manantial del amor. |
Salomón | |
La mayor desgracia de la juventud actual es ya no pertenecer a ella. | Salvador Dali | |
La razón que muchos retratos no sean fieles, es que las personas al posar, no se esfuerzan por parecerse a sus retratos. | ||
Una pantalla grande sólo hace el doble de mala a una mala película. | Samuel Goldwyn | |
Juventud, divino tesoro, te vas para no volver. | Samuel Johnson | |
Las heridas que te causa quien te quiere son preferibles a los besos engañadores de quien te odia. | Samuel Smiles | |
Donde la esperanza no existe, no puede existir el esfuerzo. | Samuel T. Coleridge | |
La esperanza es una felicidad por sí misma, y la mayor que el mundo puede darnos. |
Una vez al año es lícito hacer locuras. | San Agustin | |
Casarse está bien. No casarse está mejor. | ||
La esperanza es como el sol, que arroja todas las sombras detrás de nosotros. | ||
Las lágrimas son la sangre del alma. | ||
¡Ay de mí que ni siquiera sé lo que no sé! | San Francisco de Sales | |
No hay un espíritu bien conformado al que le falte el sentido del humor. | ||
No saber mostrarse bueno con los malos es una prueba de que no es uno bueno del todo. | ||
Reprender a los demás es muy fácil, pero es muy difícil mirarse bien a sí propio. | ||
Tengamos paciencia con nosotros mismos: y que nuestra porción superior soporte el trastorno de nuestra parte inferior. | ||
Incierta es la amistad en la próspera fortuna. | San Isidro | |
Trabaja, en algo, para que el diablo te encuentre siempre ocupado. | San Jerónimo | |
Yo me salvo, solo, si por mi intermedio se salvan otros. | San Mateo | |
Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo. | Santiago Ramón y Cajal | |
Aunque las mujeres no somos buenas para el consejo, alguna veces acertamos. | Santo Tomás | |
Se puede medir la valentía de un hombre por el trabajo que cuesta desalentarlo. | Savage |
El destino mezcla las cartas, y nosotros jugamos | Schopenhauer | |
En general, las nueve décimas partes de nuestra felicidad se fundan en la salud. | ||
Envidiar es tonto porque nadie es realmente digno de envidia. | ||
La ignorancia no degrada al hombre más que cuando va acompañada de la riqueza. | ||
La personalidad del hombre determina por anticipado la media de su posible fortuna. | ||
La riqueza es como el agua salada: cuanto más se bebe, más sed da; lo mismo ocurre con la gloria. | ||
La suerte baraja las cartas y nosotros jugamos. | ||
Las más excelsas, las más variadas y duraderas alegrías son las espirituales. | ||
Leer es pensar con el cerebro ajeno en lugar de hacerlo con el propio. | ||
Los hombres vulgares han inventado la vida de sociedad porque les es más fácil soportar a los demás que soportarse a sí mismos. | ||
No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué punto se dirige. | ||
Quien ha perdido la esperanza ha perdido también el miedo: tal significa la palabra desesperado. | ||
Un estudio muy amplio nos indica que los dos enemigos de la felicidad humana son el dolor y el aburrimiento. |