Querida / o mía / o,
Te miro y veo ternura, me haces recordar lo que es la dulzura, lo que es la belleza. Te miro y me quedo paralizado en el espejo de tu mirada.. Te miro y gozo al mirarte.
Sé que no dejo de mirarte, que incluso me excedo en mirarte. Pero tu sabes que te amo, que todo es admiración, y que a la vez te miro para darte gracias.
Te miro con incredulidad porque a veces pienso que no te merezco, pero sabes que lucho cada día por conseguirlo.
Te amo, y al mirarte el amor aumenta, te quiero, y no puedo dejar de mirarte.
Si me algún día me prohíbes mirarte firmarás mi tristeza, porque mirarte es mi sueño y incluso mirarte es mi religión.
Mirarte, ¿cómo no mirarte?, si poder mirarte es un sueño cumplido, si mirarte es agradecerte, si mirarte es seguir soñando.
Te miro, y con esto sabrás que cuando te miro te digo que te amo con la mirada, te digo gracias por corresponderme y me despido hasta la nueva mirada ... que no tardará más de un segundo.
Te miro y jamás dejaré de mirarte mientras viva.